sábado, 8 de enero de 2022

Cala Aiguablava

Cala Aiguablava

Rumba


Piel de cobre con gusto salobre,

morena hembra buena te voy a pedir

que me ancles bien hondo en tus ojos

porque yo en tus ojos me quedo a vivir.

Sabrosita como agua de coco

te bebo en mi loco delirio de amor,

mientras sueño que sobre tu playa

mis olas de antojo se quieren dormir.


Fue en la playa de Cala Aiguablava,

duquesa del agua turquesa del mar,

cuando vi que tu cuerpo emergía

lanzando rocío de aquí para allá,

sacudiendo tus rulos al viento,

quitando el aliento a mi malestar.


Cala, Cala, que en Cala Aiguablava

te vi aquella vez.

Cala, Cala, que en Cala Aiguablava

yo me enamoré.


Noche bruna a la luz de la luna,

dos cuerpos desnudos con hambre en la piel,

se encendían en un fuego lento

dejando cenizas al amanecer.

Tojosita, paloma silvestre,

de pronto tus alas quisieron volar

y mis ojos quedaron sin techo

mirando a ese cielo que no ha de volver.


Fue en la playa de Cala Aiguablava,

duquesa del agua turquesa del mar,

cuando vi que tu cuerpo emergía

lanzando rocío de aquí para allá,

sacudiendo tus rulos al viento,

quitando el aliento a mi malestar.


Cala, Cala, que en Cala Aiguablava

te perdí después.

Cala, Cala, que en Cala Aiguablava

te volveré a ver.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 08/01/22  15.16

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