jueves, 24 de marzo de 2022

Corazón

Corazón

Tango


Se acabó,

terminaron tus hazañas,

pudo más el desconsuelo que tus ganas de empezar.

No va más,

ya tu suerte ha sido echada

y en la timba de los vicios fuiste vos el que perdió.

Corazón,

te jugaste hasta la sangre, los latidos y el amor

y hoy que andas medio cachuzo, casi al borde del adiós,

te asomas a la ventana

pero ya las golondrinas no están más.


Querés volver atrás buscando salvación;

iluso corazón que ciego fuiste.

Nadie te podrá ya dar lo que has perdido,

ni te pueden inventar otro mañana.

No tengas miedo, nada es eterno,

todo es un sueño, todo es mentira;

mentira es el amor, mentira es el dolor,

lo único real es tu tristeza.

Si ves que te llegó el final pa´ que vas a llorar

si al fin la libertad hoy te ha tocado a vos.


Terminó,

sin la gloria y con la pena,

terminó toda una historia que no sé como empezó.

Se murió,

como se mueren las rosas

con el sol del otro día que es igual al del adiós.

Corazón,

te han herido en la batalla del amor y la traición,

te han dejado abandonado y nadie te socorrió,

te ahogaste en tu propia sangre

que fue el peor de los venenos ¡Qué dolor!



Letra y Música: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 04/02/07  00.41

Añil y gris

Añil y gris

Tango


Azul crepuscular y vos

añil perfecto de esta crisis invernal,

escolta de mi errante deambular

por grises de ciudad tan espectral.

Y en tanto el corazón que suele andar

a rastras de la curda de olvidar

se gasta con la noche en la fatal

tortura de tratarte de arrancar.


Entonces se agazapa para entrar

a darle a la manija del sangrar

en tanto vos quién sabe dónde estás

riendo tras tu máscara de hollín

pues veo que hoy te veo ya tan gris,

acaso tan distante y sin matiz,

colores que en mi cruenta realidad

dibujan un paisaje apasional.


Artífice mortal sos vos

como si nada te pudiera hacer llorar,

espera de mis ocres ya sin sol

marchitos como el eco de tu voz.

Y tengo que arrugarme al soportar

la copa venenosa de tu mal

pues quema en mis entrañas que sin vos

son leñas y cenizas que arden ya.


En tanto mientras pierdo la razón

te vas como aferrando a mi dolor

clavándome tu daga de ruindad

que escarba como un buitre su impiedad

de ver despedazarme sin chistar,

acaso tan ufana y tan feliz,

contenta de saber no ha de quedar

ni un resto de fracasos que olvidar.


Añil y gris.

Perfidia y fin.

Añil y gris.

Morir al fin.



Letra: Juan Carlos Martínez

Buenos Aires, 26/10/09   15.15

jueves, 17 de marzo de 2022

Por los corchos

Por los corchos

Canción


Si me buscas es probable que no me deje encontrar.

Yo no sé ni en cuál botella me he arrojado a naufragar.

Sólo compro las botellas por los corchos Qué joder.

Ellos flotan en su vino yo en su vino me ahogaré.

Tengo más corchos que años en mi haber de bebedor.

Pocas copas varios picos y etiquetas por doquier.

Por mis venas corre un río de ebriedades y placer.

No navego pero viajo proa al puerto del alcohol.

Sotavento barlovento a babor como a estribor

va mi paso hacia el infierno en el Mar Calamidad.

Ya he salido tantas veces del ojo del huracán

y otras tantas me han botado por piedad de cualquier bar.

Mi destino de cantina y beber en soledad

debe ser porque he perdido lo que así busco olvidar.

No pretendo ya otra cosa que aplacar también la sed

de esas cosas que es probable no se dejen ya beber.

Marineros sin más puerto que un estaño sin ciudad

en un barrio pobre y viejo donde suelen recalar

las miserias ya anticuadas que sin tiempo en su reloj

se entremezclan en la bruma para no mostrar su mal.

Se lamentan los que ríen los que lloran y al pasar

se lamenta alguna puta por ser puta aun a su edad.

Otros callan pero gritan por los ojos su verdad

aunque nadie mira nada porque sordo es el alcohol.

El licor de los espejos también suele reflejar

lo que uno no pensaba que algún día iba a mostrar.

Menos mal que las botellas hasta suelen distraer

con imágenes confusas de será quién sabe quien.

Una noche más de nada de otro día sin nacer.

Otra noche sin premuras sin más nada que perder.

Una noche otra botella otro corcho Qué joder.

Ellos flotan en su vino yo en su vino me ahogaré.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 04/02/19  16.13

miércoles, 9 de marzo de 2022

Día oscuro

Día oscuro

Canción


Por qué no cuentas lo que cuentas por las noches al beber.

Por qué no dices que me dices lo que se dice de mí.

Por qué te ocultas tras el velo del alcohol y el mal decir.

Porque tus dichos son los vicios que te ha dejado el mentir.


Tu ronroneo es tan ruidoso y tan ruin es para mí

pues lo que dices das por cierto y ciertamente no es así.

Por qué te empeñas y despeñas y al rodar sientes que al fin

de tus enredos y dislates algo al fin me habrá de herir.


Ni te das cuenta ni imaginas lo que va a sobrevenir.

Tienes las horas ya contadas y en mi agenda ya escribí:

No habrá otra noche ni más noches que me encuentren junto a ti.

Y es hoy la fecha de la noche que por cierto puse allí.


No más amores que no matan aunque no dejan vivir.

No más deshechos de lo hecho que yo he hecho para ti.

Doy por cumplido mi estadio en los brazos que elegí

el día oscuro en que yo te conocí.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 22/01/19  10.21

lunes, 7 de marzo de 2022

Sin candado y cinturón

Sin candado y cinturón

Canción


De entrecasa y con las manos en la masa

luego de aquél largo viaje y de llegar sin avisar

la encontré como quien dice distendida

pero no desatendida en el templo marital.

Yo que nunca he sido atento a los efectos

no pensé que iría a tomarlo con tanta tranquilidad

sólo tuve que vaciar bien mi maleta

y saciarla con lo poco que se habría de llevar.

Con más calma que la alarma del farsante

fui a observar por la ventana como huía sin vestir

el cobarde que siquiera tuvo un gesto

con aquella que en mi cama lo había hecho sin fingir.


Todo puede suceder sin candado y cinturón.

Todo puede suceder con candado y cinturón.

No sé trata ni de honor ni votos de constricción

pues se trata como ves de ser de su condición.

Dí por cierto lo que siempre ha sido un hecho

y si bien ella fingía yo lo supe contemplar

ya que a menos que creyera en lo perfecto

yo también me desvivía por actuar y no mostrar.


Por lo cierto lo que cuento no es un cuento

y si bien te suena a cuerno sólo es debilidad

ella hacía improperios en mi cama

yo en la cama de otro cuerno que también suele viajar.

A la hora que el destino lo decida

habrá otro que se asomé para verme huir a mí

y las gatas de los gatos de tejado

sin pudor y sin sus bragas se echarán a sonreír.

Con la luna con el sol a toda hora

va y se cuela la deshonra por cualquier habitación

y el engaño se repite en todos lados

sin color y sin idioma mucho menos religión.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 21/02/19  18.52

viernes, 4 de marzo de 2022

Mi maja

Mi maja

Canción


Me apretó la boca contra el brote tierno

que se hacía cargo de su pubertad

y tembló de ganas y temblé de miedo

por el sólo hecho de que iba a pecar.


Con sus quince años y sus labios dulces

pudo ser más hábil que mi larga edad

y caí rendido sin pensar en nada

como perro en celo con sólo olfatear.


Se acostó desnuda como aquella maja

y hasta sin pinceles se dejó pintar

con el trazo endeble de los dedos tenues

que mi mano inquieta pudo percatar.


Sentí sus temblores sobre mis temores

pero fui a la hoguera que me iba a quemar

con el mismo fuego de aquellas cenizas

que esperaban aire para rescaldar.


Y sentí la gloria tal cual mi memoria

cuando piensa en ella suele recordar

y ya sin apremios me bebí la copa

que quizás el diablo me tentó a probar.


Me llevó a los cielos de ese mismo cielo

que me acusa ahora de inmoralidad

pero ya que importa si mi paraíso

lo encontré en los brazos de su corta edad.


Digo a los que dicen que el amor es ciego

que si bien es ciego sabe a quién mirar

y yo no fui ciego ni siquiera necio

y dejé que todo pudiera pasar.


Pues no me arrepiento aunque soplan vientos

que traen rumores del qué pasará

puesto que lo hecho fue justo a derecho

aunque exista el riesgo de lo que dirán.


Poco a mí me importa como a ella tampoco

que se digan cosas aunque sean verdad.

Consumado el acto yo no me retracto

y hasta tengo en vistas el volverlo a actuar.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 14/02/19  11.00

martes, 1 de marzo de 2022

Tu placebo

Tu placebo

Canción


Me lo contaron las malas lenguas que cosas buenas suelen decir

que tu placebo para mi gusto tiene el secreto de estar en mí.

Que la señora mantiene un vicio del cual prefiere no desistir

y ya he notado por como mira que me ha mirado con frenesí.


En ese gesto no hay nada honesto mas no es tan malo su proceder.

Por lo que intuyo me sueña puesto entre sus brazos y en no sé que.

No tiene prisa pero se apura por ser pasible de merecer

la que asegura sea la cura de su locura a mi merced.


Por la ventana que da a su alcoba trepé obediente sin aguardar

ni estar pendiente de aquellos ojos le dan el gusto a su curiosear.

La noche clara iba de luna como vestida para el altar

y ella en su cuarto con piel de hambruna desnuda espera por quien vendrá.


Ojos de gata garras de plata que al lobo hambriento mata de amor.

Por el sendero de tu osadía se hunde mi labia de verseador

mientras me aferro cual fuera un pulpo a tus custodios del corazón

como buscando hallar la ganzúa que abra el candado de tu pasión.


La seda suave la suave seda tiene el aroma de tu glamour.

Arde una vela que se desvela poquito a poco pero aun da luz

y una botella mitad vacía llena la copa a tu salud.

En tanto el cielo por la ventana hiere la vista como un albur,

ya que se burla de la contienda que se ha extendido de norte a sur.


Me lo contaron las buenas lenguas que cosas malas no han de decir

porque las callan o no las saben o ya ni importa ni el mal decir

que la señora muy animada pasea un lobo por el jardín

y por las noche de luna llena por la ventana la oyen gemir.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 29/01/19  21.51

martes, 22 de febrero de 2022

Vuesa merced

Vuesa Merced

Rumba


A que se debe tu cuestionario.

Qué más respuestas te debo dar.

Lo que escuchaste dalo por cierto

y te lo aclare quien lo hizo andar.

Si bien ya sabes no soy perfecto

ni monaguillo ni sacristán

también conoces que soy derecho

aunque en amores nací truhan.

Sé que me han visto por los tejados

andando a gatas para escapar

de aquella casa de mala fama

donde los cuartos son de rentar

porque un marido de mal talante

volteó la puerta sin preguntar

y halló a su gata mal atendida

que allí gemía sin ronronear.


Tu bien ya sabes que soy tan blando

y que hago todo por complacer

a los amores desamorados

para que envidien Vuesa Merced.


Ten por seguro siempre regreso.

Entre tus brazos vive mi paz.

Sólo en mi boca caben tus besos

aunque otras bocas suela besar.

Mira mis manos que por traviesas

por las enaguas suelen brincar

como se ponen cuando en tu espalda

dibujan alas para volar.

Quiero tu sombra sobre mi pecho

quiero tus bríos al cabalgar

quiero tus olas sobre mi playa

y tus tormentas sobre mi mar.

Quiero la estrella de tus luceros

quiero tu río quiero tu sed

quiero tus días de enero a enero

y ser la causa de tu placer.



Letra y Música: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 14/02/19  20.39

Partitura

Letra Fraseo

Yo la llamaba mujer

Yo la llamaba mujer

Canción


Hoy no se ven esas sombras trepaban piruetas en la habitación

y su vestido floreado yace desprolijo desmayo de amor.

La mariposa nocturna no ve dónde vuela le falta su luz

y la ventana y su reja que tientan y encierran mi desolación.

Un almanaque desnudo ostenta su otoño colgado en mi cruz

y el viejo reloj de arena perdió la memoria de tanto voltear.

Vivo en un cuarto alquilado no pago la renta total que más da

si han de borrar mis recuerdos que sea la fuerza quien me haga olvidar.


Nunca he sabido su nombre yo la llamaba mujer

la conocí sabe cuando pues lo he olvidado también.

Fue en una noche quien sabe quizás del día después

pero recuerdo sus alas por lo que dejan detrás.


Tengo la cama vacía la almohada ya helada y un puto pesar

una botella sin nada que apenas si alcanza para naufragar.

Miro un espejo partido mostrando retratos que son de asustar

pero ni el suyo ni el mío por ser dos fantasmas pueden asomar.

La telaraña y su dueña ya están al acecho de un bicho sin luz

que sobrevuela confiado sin ver que el acaso lo puede atrapar.

Muero en un cuarto extraviado donde lo perdido se suele arrumbar

en un desván de desechos de todo lo hecho sea el bien sea el mal.


Siempre he sabido que un día todo se iba a esfumar

como voluta que al viento diluye su original.

Será el momento certero para evitar respirar

porque recuerdo sus alas y ellas no pueden volver.



Letra y Música: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 01/02/19  17.32

Partitura

Letra Fraseo

sábado, 19 de febrero de 2022

Un día flaco

Un día flaco

Canción


Hoy tengo un día de esos flacos

cómo suelo yo decir.

Estoy de ayuno más bien gordo

de entremeses y de ti.

He puesto todos mis esfuerzos

a escribir una canción

y ya bien sabes que en las artes

se vive de inanición.

Voy decidido a cuanto viaje

surja de un blanco papel.

Donde la nave de mi lápiz

ponga proa a yo qué sé.

La mar en calma, por ahora,

no sugiere algún raid

y el timonel de mi cerebro

que persiste en proseguir.

La tempestad me niega el viento

y sin viento no andaré.

Por más que nade entre la nada

en la nada me ahogaré.

Sentí una brisa algo auspiciosa

que siquiera fue sutil.

Más bien fue un soplo sin sentido

que por cierto no escribí.

Por tanto en blanco permanezco

y ya es hora de beber,

ya que el alcohol trae los alas

que te ayudan a volar.

Ya veo los duendes del delirio

derramarse en torno a mí

como si fueran esas novias

que he perdido por ahí.

Ahora creo que mi puerto

está próximo a llegar

y levo anclas hacia un sueño

que no puedo precisar.

Veré que guardan las historias

que se cuentan por allí,

o simplemente sean las mismas

que mi mente teje en mí.

En mi mayor o en mi menor

según me indique el corazón.

Puede estar triste y a la vez

golpear con fuerza y sin razón.

Hoy tuve un día de esos flacos...

la noche será mejor.

Ven, trae dos copas y si acaso

no vengas de camisón.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 20/01/19  16.38

viernes, 18 de febrero de 2022

Lo que no cuaja no encaja

Lo que no cuaja no encaja

Canción


Estoy al borde de un suicidio emocional:

voy a borrarte de mí mente.

No quiero nada de ti en mí

y lo que hagas tú de mí

no me interesa.

Voy a borrar lo que algún día te escribí.

Voy a arrancar las hojas muertas.

Rama desnuda no puede reverdecer

si se resigna a ser cenizas de un amor.


Estoy consciente que eras parte de mi mal:

lo comprendí tardíamente.

Hay algo al menos que aprendí

que no es confiar ya más en ti:

tú eres perversa.

Quiero olvidar aquella tarde que te vi.

Quiero cerrar puertas abiertas.

La brisa fresca me evitó desfallecer

cuando el aroma de otra flor cambió el humor.


Lo que no cuaja no encaja,

ni al derecho ni al revés.

Puede ser dos uno y uno

y uno y uno dos no ser.

Puede el mar ser muy salado

más la sal mar no ha de ser.


A la distancia todo vuelve a ser normal:

lo veo ahora claramente.

Aquellas cosas que cedí

las decidías tú por mí

y por sorpresa.

Un nuevo sol borró la sombra que temí.

Un frío azul cerró compuertas.

Habida cuenta que empezaba a envejecer

bebí el licor que produjera el mal menor.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 09/07/21  18.15

lunes, 14 de febrero de 2022

Como un muerto cualquiera

Como un muerto cualquiera

Canción


Donde voy no preciso ni tiempo ni gastar dinero.

Nadie quiere llegar a la fila y ser el primero.

Todos pueden andar sin prejuicios mostrando las nalgas.

No se presta atención a qué tienes o a cuánto tú valgas.


Allí el aire, sin bien sigue gratis, te cuesta una vida.

Los pasajes jamás tienen vuelta, son sólo de ida.

Los colores devienen en luz pues no existe lo oscuro.

No hay profetas, no hay dioses ni magos, no existe el conjuro.


No se admiten tricotas de mármol ni porta retratos.

Caminar por allí es lo mismo que andar sin zapatos.

No hay estrellas ni hay medias lunas, no hay crucifijos.

No hay más virus que obliguen a usar fastidiosos barbijos.


Arribado a un Edén no soñado, acaso prohibido,

por mi estilo de vida ajetreado y andar desteñido,

me tope como un muerto cualquiera a la entrada del túnel

para ser uno más de los tantos que aquí no destacan.


El portero no es tal ni te anuncia una sorda trompeta.

Cada cual trae aquí bajo el brazo su propia ruleta.

Unos temen entrar y lo hacen con mucho sigilo.

Otros como si na nunca pierden su calma ni estilo.


Encontré mi lugar y la playa no estaba desierta.

Sin arena y sin mar parecía más bien una huerta.

De primera pensé me parece que aquí yo no encajo.

Pero luego observé que ya nada me daba trabajo.


Tan liviano como una paloma cuando se desploma.

Tan morado como el frío idioma de un tonto hematoma.

Así fue que llegué hasta la casa de la funeraria.

Con la muerte clavada en los ojos sin pena ni gloria.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 14/02/22   17.52

Ni locos ni furtivos

Ni locos ni furtivos

Canción


Como era de no esperar

hoy, 14 de febrero,

ni hay nada que festejar

ni me he vuelto a enamorar.

Ya no sueño con Verona

ni me trepo a algún balcón

porque ya no hay flores rojas

que aviven mi corazón.


No hay cenizas que atizar

donde ya no quedan fuegos.

Ya no es tiempo de empezar

ni siquiera de olvidar.

Cuando el alma se apichona

ya no tiene sanación:

es como un árbol sin hojas

que no protege del sol.


El amor pasó de largo en mi camino

sin el toque del destino,

sin la flecha de Cupido.

No hubo ficha del azar en mi casino.

No hubo ciegos ni perdidos.

No hubo locos ni furtivos.


He aprendido a no añorar

lo que guardo en el trastero.

Viejas cosas de un bazar

que han dejado de brillar.

Quien no ama no traiciona

por lo tanto no hay perdón

ni lamentos ni congojas

ni reproches sin razón.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 14/02/22  00.01

domingo, 13 de febrero de 2022

El amor dura un instante

El amor dura un instante

Canción


Un habano siempre a mano.

Una copa de escocés.

Un libro por lazarillo.

Un bocado, un entremés.

Un ambiente bien templado.

Una mujer a tu lado.

Un hogar ardiendo leña.

Una alfombra y un después.


Una música muy suave.

Un qué vamos ahora a hacer.

Un arribo hacia un destino.

El destino está en su piel.

Un traspaso de fronteras.

Un no quiero no querer.

Un deseo extrovertido.

Una llama que encender.


Todo parece estar dado.

Todo puede acontecer.

Los dos solos en la sala.

Solos somos de temer.

Casi ya que dan las doce.

La noche comienza a arder.

Me aventuro, te desnudas.

Ya me empiezo a relamer.


Las agujas se montaron.

No hay segundos que perder.

El amor dura un instante.

Debemos aprovechar.

Del reloj somos esclavos.

Cenicienta sabes bien

que después de medianoche

no habrá ya nada que hacer.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 13/02/22  18.30

sábado, 12 de febrero de 2022

Mi última vez

Mi última vez

Canción


Los días que me quedan por morir

los vengo acumulando año tras año.

Quiero llegar con resto por si acaso

la muerte me atrapara con engaños.

Las cosas que no hice ya pronto las haré

cuando ya no haya nadie que se pueda interponer.


La vida que me resta por vivir

la vengo descontando de mi muerte.

La cuenta es regresiva, cuesta abajo

más bajos me parecen los peldaños.

Las huellas del pasado sin dudas las veré

allí donde han quedado aguardando otro traspié.


Con prisa y sin premura

ya es tiempo de aprender

que a toda esta locura

ya no le caigo bien.

Bajarme ahora o nunca.

Parar de pronto el tren.

Soltar la ataduras.

Volver sin renacer.


Los días que he dejado transcurrir

los vivo alimentando con regaños.

Me siento prisionero del fracaso

aunque para vivir me las apaño.

Lo malquerido es parte de lo que supe hacer

y nunca ha de ser tarde si lo quiero resolver.


El agua entre los dedos suele huir

dejándote las manos a su suerte.

Un golpe de timón y del carajo

se caigan de una vez los desengaños.

Aligerar la carga, poner proa al revés

y andarme con cuidado ya que es mi última vez.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 11/02/22  18.01

viernes, 11 de febrero de 2022

Chicas malas que hacen bien

Chicas malas que hacen bien

Canción


A las almas descarriadas.

A las que andan sin corsé.

A las gatas sin tejado.

A las damas del burdel.

A las reinas de la noche.

A las fuentes del placer.

A las Venus del planeta.

Afroditas del Edén.


A las diosas libertinas.

A las putas del cuartel.

A las frutas del manzano.

A las minas de algún rey.

Al harén de los gemires.

Al consuelo del estrés.

Al recreo de los curas.

Al mal paso del pastor.


A las que lloran de día.

A las que ríen después.

A las que nunca se quejan.

A las que toman el té.

A las que son arrancadas.

A las que pierden la fe.

A las que piensan en nada.

A las que saben fingir.


A las que parecen malas

pero todo lo hacen bien.

A las que, si se enamoran,

no te van a ser infiel.

A las que venden los polvos

pero al oro no lo ven.

A las que siempre están solas

y a los ojos no se ve.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 11/02/22  16.26

Cuando el zapato te aprieta

Cuando el zapato te aprieta

Canción


Menos mal que no te creo.

Aún peor: ya ni te quiero.

Ya no quedan argumentos.

Hoy ya todo me da igual.

Se acabaron tus encantos.

Se asepiaron los retratos.

Sin espinas ya tu rosa

no me puede lastimar.


De tu arena hoy yo me apeo.

No quiero ser más torero.

Ya mis pases están lentos.

Esa ha sido una señal.

Me lo advirtieron mis santos.

Basta ya de malos tratos.

Que la sal cuando es muy sosa

no sirve ni pa llorar.


Cuando el zapato te aprieta

tú te debes descalzar.

Cuando el corazón se agrieta

lo tendrás que bien cuidar.

Cuando el aire pide alas,

alas nuevas le has de dar.

Al amor, cuando se acaba,

otro amor puede curar.


Ya no aguanto el ajetreo.

Si te veo no me muero.

Ahora soplan otros vientos.

El aire no es tan letal.

Ella tiene veintitantos.

No se anda con recatos.

Además no es espinosa

por donde quieras mirar.


Hace tiempo que no leo.

Me deshice del librero.

Sobre todo de los cuentos.

Los que siempre acaban mal.

No más furias, desencantos.

Largos hiatos, malos ratos.

Ella tiene esa otra cosa

que ahora es fácil de encontrar.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 11/02/22  15.15

Cuatro tiros en cruz

Cuatro tiros en cruz

Canción


Le pusieron cuatro tiros:

todos juntos y a la vez.

Cuatro puntos cardinales

y una cruz bien merecida

de la cabeza a los pies.


Era un tipo muy veleta

de esos de vientos temer.

Un amigo de lo ajeno,

un ladrón de poca monta

condenado a merecer.


Lo encontraron desangrado

después del amanecer

con los brazos extendidos

como si fuera una cruz

con la cabeza hacia el norte

y los pies mirando al sur.


Cuatro casquillos de bala

de calibre treinta y dos.

Cuatro armas diferentes

y un enigma que a la vista

no es fácil de resolver.


Ningún rastro dominante.

Ni una huella de algún pie.

Conjeturas, deducciones.

Mil preguntas sin respuestas.

Nada para esclarecer.


Lo velaron con ausencias:

pocos lo han querido ver.

No era un tipo muy bien visto

ni siquiera a contraluz.

Cuatro velas, poca gente

y un cajón sin una cruz.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 10/02/22  19.06

Me basta

Me basta

Canción


Me basta con que no me digas nada.

Me basta con tus ojos, tu mirada.

Me basta con un beso a flor de labios.

Me basta con que llenes mis vacíos.


Me alcanza con la brasa de tu cuerpo.

Me alcanza con que seas mi anticuerpo.

Me alcanza con la brisa de tu aliento.

Me alcanza con tu risa a contraviento.


Me sobra con tus manos en la espalda.

Me sobra con lo que hay bajo tu falda.

Me sobra con mi piel bajo tus uñas.

Me sobra con que el alma me la bruñas.


Me tienes con los pies en la cabeza.

Me tienes con mi boca en tu cereza.

Me tienes con el cielo entre las manos.

Me tienes con tus ritos más paganos.


Me dueles como nada me ha dolido.

Me dueles como duele el sordo ruido.

Me dueles como el óxido en el hierro.

Me dueles como el frío de algún fierro.


Me matas con la seda de tu cama.

Me matas con tu ardiente oscilograma.

Me matas con el pido y con el quiero

Me matas con gimes cuando muero.


Me incitas con tus valles, con tus grutas.

Me incitas con el dulce de tus frutas.

Me incitas con tu canto de sirenas.

Me incitas con tu aguja entre mis venas.


Me quiebras como nadie me ha quebrado.

Me quiebras como a un tonto enamorado.

Me quiebras como el aire de un conjuro.

Me quiebras como el golpe quiebra al muro.


Me basta con que nunca digas basta.

Me alcanza con ser parte de tu cuerpo.

Me sobra con tu Edén y con tu Infierno.

Me tienes con la reja entre los dedos.

Me dueles como duelen los olvidos.

Me matas con tus graves, tus agudos.

Me incitas con tus no diciendo quiero.

Me quiebras como hambre al pan duro.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 10/02/22  17.38 

Divagues sin papel

Divagues sin papel

Canción


Soy un roto, un descosido y no encuentro a quien querer.

Siempre faltan cinco guitas pal café o un entremés.

Busco el oro encuentro al moro pero este es de no fiar.

Tengo un lunar en el pelo pero ni uno de peinar.


Cazo espíritus malignos por la noche en la ciudad.

Bebo sorbos gota a gota de insaciable realidad.

Ando a ratos como un gato sin tejado que mear.

Medio hastiado, algo relleno, de buscar y no encontrar.


Quiero siempre lo que veo, lo que no puedo adquirir.

A esa chica de ojos verdes yo la haría delinquir.

Me ataría a una botella porque en ella está mi cruz.

Hundiría la cabeza como lo hace el avestruz.


No soporto que me duela en mi cuerpo tu dolor.

Yo reniego ser quien diga que has perdido ya el color.

Me lastima verte triste alunada bajo el sol.

O verter gotas de lluvia al trasluz de algún farol.


Los divagues sin papel tienen ese no sé qué

que los hace parecer a un jinete sin corcel,

a un chiflado un tanto cuerdo, a un buen vino sin beber,

a esos 30 de febrero que nunca vas a encontrar,

a un velorio sin lloronas, un Macondo sin Gabriel

o a un Fernet sin cordobés.


No conozco travesura que no me gustara hacer.

Yo me lanzo a la aventura por si la he de merecer.

Mi destino esta en tu blusa, tu pollera, tu sostén.

Tantas manos no me alcanzan y la mente viene bien.


Siempre sueño sueños buenos pero siempre acaban mal.

Mis pecados según dicen tienen un cariz venial.

Me ilumino de lo oscuro y en lo oscuro hallo el matiz.

Si es que quiero cazar liebres se me cruza una perdiz.


Cuando miro hacia un espejo alguien se burla de mí.

Pero si lo miro fijo me responde yo no fui.

El reflejo doriniano para mí que no es verdad.

Pero tengo un mar de dudas cuando observo su fealdad.


Colorín sin colorado, madera sin aserrín.

Todo cuento mal contado también se merece un fin.

A los árboles desnudos sólo cabe agradecer.

Fueron hojas derrochadas en divagues sin papel.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 10/02/22  15.40

jueves, 10 de febrero de 2022

Monsieur Tendal

Monsieur Tendal

Canción


Era un tipo muy cordial,

simpático y sonriente.

Un imán para captar

los deseos de la mente.

Capaz de hacerte ver

lo que él quería que vieras.

Soberano embaucador

le dirían otras gentes.


Muy hábil para hallar

en tu debilidad

la forma de asestar

su golpe más mortal

que era el de vaciar

con su inmoralidad

lo que llevó su tiempo

que lograras cosechar.


Lo mismo hacerte ver

palacios en la luna,

jinetes en el cielo,

desiertos sin arena,

que un buen atardecer

en medio de un tsunami

o un cuadro de Van Gogh

pintado en la vereda.


Tendal, Monsieur Tendal,

murió a su merecer.

Sin cárceles ni juicios,

sin nadie a quién comprar.

Tirado en un zanjón,

con premeditación,

a manos de, quizás,

la desesperación.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 10/02/22  11.44

Cuero crudo

Cuero crudo

Canción


Me lo quieres hacer fácil y ya sabes: me incomoda.

No me pongas gepeeses que solo llego mejor.

Nunca ordenes mi desorden ni acomodes mis papeles.

Deja las flores marchitas que en un libro yo guardé.


No le pongas frío al hielo ni le sirvas whisky al whisky.

Ni te pongas esa bata a la hora de comer.

No me llames cuando apenas yo no acabo de marcharme.

Ni me digas ya era hora cuando dejo de llegar.


No me pongas mala cara tan sólo por que me excita.

Ni te hagas la princesita del harén de mi desdén.

Cuando veas que estoy triste no me quites la sonrisa.

Y si ves que estoy muy ebrio disfruta de mi embriaguez.


Todo puede ser mejor sin tanto lodo.

Sin restos bajo la alfombra.

Sin cuchillo y tenedor.

Cuero crudo, piel desnuda y a la mesa

sin mantel ni servilleta

y de postre un gran después.


No me cierres ni los libros ni te pongas el vestido.

Dejame que yo los lea que luego te leo a ti.

Descubrí desde hace tiempo que los libros te iluminan.

Y que tu tienes de a pilas para iluminarme a mí.


Haz de cuenta que estás sola aunque yo te este mirando.

Dale espacio a mis corceles para recorrer tu piel.

No digas ni aquies ni adondes ni le enseñes el camino.

Déjalos a ellos que intuyan en donde deben pastar.


Ahora sí puedes hacer lo que tú quieras cuándo y dónde.

Pero no me lo hagas fácil: no lo podré soportar.

Ten presente que soy tuyo pero no más de la cuenta.

Ya verás que acostumbrarte también me acostumbrará.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 09/02/22  21.05

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