martes, 22 de febrero de 2022

Vuesa merced

Vuesa Merced

Rumba


A que se debe tu cuestionario.

Qué más respuestas te debo dar.

Lo que escuchaste dalo por cierto

y te lo aclare quien lo hizo andar.

Si bien ya sabes no soy perfecto

ni monaguillo ni sacristán

también conoces que soy derecho

aunque en amores nací truhan.

Sé que me han visto por los tejados

andando a gatas para escapar

de aquella casa de mala fama

donde los cuartos son de rentar

porque un marido de mal talante

volteó la puerta sin preguntar

y halló a su gata mal atendida

que allí gemía sin ronronear.


Tu bien ya sabes que soy tan blando

y que hago todo por complacer

a los amores desamorados

para que envidien Vuesa Merced.


Ten por seguro siempre regreso.

Entre tus brazos vive mi paz.

Sólo en mi boca caben tus besos

aunque otras bocas suela besar.

Mira mis manos que por traviesas

por las enaguas suelen brincar

como se ponen cuando en tu espalda

dibujan alas para volar.

Quiero tu sombra sobre mi pecho

quiero tus bríos al cabalgar

quiero tus olas sobre mi playa

y tus tormentas sobre mi mar.

Quiero la estrella de tus luceros

quiero tu río quiero tu sed

quiero tus días de enero a enero

y ser la causa de tu placer.



Letra y Música: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 14/02/19  20.39

Partitura

Letra Fraseo

Yo la llamaba mujer

Yo la llamaba mujer

Canción


Hoy no se ven esas sombras trepaban piruetas en la habitación

y su vestido floreado yace desprolijo desmayo de amor.

La mariposa nocturna no ve dónde vuela le falta su luz

y la ventana y su reja que tientan y encierran mi desolación.

Un almanaque desnudo ostenta su otoño colgado en mi cruz

y el viejo reloj de arena perdió la memoria de tanto voltear.

Vivo en un cuarto alquilado no pago la renta total que más da

si han de borrar mis recuerdos que sea la fuerza quien me haga olvidar.


Nunca he sabido su nombre yo la llamaba mujer

la conocí sabe cuando pues lo he olvidado también.

Fue en una noche quien sabe quizás del día después

pero recuerdo sus alas por lo que dejan detrás.


Tengo la cama vacía la almohada ya helada y un puto pesar

una botella sin nada que apenas si alcanza para naufragar.

Miro un espejo partido mostrando retratos que son de asustar

pero ni el suyo ni el mío por ser dos fantasmas pueden asomar.

La telaraña y su dueña ya están al acecho de un bicho sin luz

que sobrevuela confiado sin ver que el acaso lo puede atrapar.

Muero en un cuarto extraviado donde lo perdido se suele arrumbar

en un desván de desechos de todo lo hecho sea el bien sea el mal.


Siempre he sabido que un día todo se iba a esfumar

como voluta que al viento diluye su original.

Será el momento certero para evitar respirar

porque recuerdo sus alas y ellas no pueden volver.



Letra y Música: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 01/02/19  17.32

Partitura

Letra Fraseo

sábado, 19 de febrero de 2022

Un día flaco

Un día flaco

Canción


Hoy tengo un día de esos flacos

cómo suelo yo decir.

Estoy de ayuno más bien gordo

de entremeses y de ti.

He puesto todos mis esfuerzos

a escribir una canción

y ya bien sabes que en las artes

se vive de inanición.

Voy decidido a cuanto viaje

surja de un blanco papel.

Donde la nave de mi lápiz

ponga proa a yo qué sé.

La mar en calma, por ahora,

no sugiere algún raid

y el timonel de mi cerebro

que persiste en proseguir.

La tempestad me niega el viento

y sin viento no andaré.

Por más que nade entre la nada

en la nada me ahogaré.

Sentí una brisa algo auspiciosa

que siquiera fue sutil.

Más bien fue un soplo sin sentido

que por cierto no escribí.

Por tanto en blanco permanezco

y ya es hora de beber,

ya que el alcohol trae los alas

que te ayudan a volar.

Ya veo los duendes del delirio

derramarse en torno a mí

como si fueran esas novias

que he perdido por ahí.

Ahora creo que mi puerto

está próximo a llegar

y levo anclas hacia un sueño

que no puedo precisar.

Veré que guardan las historias

que se cuentan por allí,

o simplemente sean las mismas

que mi mente teje en mí.

En mi mayor o en mi menor

según me indique el corazón.

Puede estar triste y a la vez

golpear con fuerza y sin razón.

Hoy tuve un día de esos flacos...

la noche será mejor.

Ven, trae dos copas y si acaso

no vengas de camisón.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 20/01/19  16.38

viernes, 18 de febrero de 2022

Lo que no cuaja no encaja

Lo que no cuaja no encaja

Canción


Estoy al borde de un suicidio emocional:

voy a borrarte de mí mente.

No quiero nada de ti en mí

y lo que hagas tú de mí

no me interesa.

Voy a borrar lo que algún día te escribí.

Voy a arrancar las hojas muertas.

Rama desnuda no puede reverdecer

si se resigna a ser cenizas de un amor.


Estoy consciente que eras parte de mi mal:

lo comprendí tardíamente.

Hay algo al menos que aprendí

que no es confiar ya más en ti:

tú eres perversa.

Quiero olvidar aquella tarde que te vi.

Quiero cerrar puertas abiertas.

La brisa fresca me evitó desfallecer

cuando el aroma de otra flor cambió el humor.


Lo que no cuaja no encaja,

ni al derecho ni al revés.

Puede ser dos uno y uno

y uno y uno dos no ser.

Puede el mar ser muy salado

más la sal mar no ha de ser.


A la distancia todo vuelve a ser normal:

lo veo ahora claramente.

Aquellas cosas que cedí

las decidías tú por mí

y por sorpresa.

Un nuevo sol borró la sombra que temí.

Un frío azul cerró compuertas.

Habida cuenta que empezaba a envejecer

bebí el licor que produjera el mal menor.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 09/07/21  18.15

lunes, 14 de febrero de 2022

Como un muerto cualquiera

Como un muerto cualquiera

Canción


Donde voy no preciso ni tiempo ni gastar dinero.

Nadie quiere llegar a la fila y ser el primero.

Todos pueden andar sin prejuicios mostrando las nalgas.

No se presta atención a qué tienes o a cuánto tú valgas.


Allí el aire, sin bien sigue gratis, te cuesta una vida.

Los pasajes jamás tienen vuelta, son sólo de ida.

Los colores devienen en luz pues no existe lo oscuro.

No hay profetas, no hay dioses ni magos, no existe el conjuro.


No se admiten tricotas de mármol ni porta retratos.

Caminar por allí es lo mismo que andar sin zapatos.

No hay estrellas ni hay medias lunas, no hay crucifijos.

No hay más virus que obliguen a usar fastidiosos barbijos.


Arribado a un Edén no soñado, acaso prohibido,

por mi estilo de vida ajetreado y andar desteñido,

me tope como un muerto cualquiera a la entrada del túnel

para ser uno más de los tantos que aquí no destacan.


El portero no es tal ni te anuncia una sorda trompeta.

Cada cual trae aquí bajo el brazo su propia ruleta.

Unos temen entrar y lo hacen con mucho sigilo.

Otros como si na nunca pierden su calma ni estilo.


Encontré mi lugar y la playa no estaba desierta.

Sin arena y sin mar parecía más bien una huerta.

De primera pensé me parece que aquí yo no encajo.

Pero luego observé que ya nada me daba trabajo.


Tan liviano como una paloma cuando se desploma.

Tan morado como el frío idioma de un tonto hematoma.

Así fue que llegué hasta la casa de la funeraria.

Con la muerte clavada en los ojos sin pena ni gloria.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 14/02/22   17.52

Ni locos ni furtivos

Ni locos ni furtivos

Canción


Como era de no esperar

hoy, 14 de febrero,

ni hay nada que festejar

ni me he vuelto a enamorar.

Ya no sueño con Verona

ni me trepo a algún balcón

porque ya no hay flores rojas

que aviven mi corazón.


No hay cenizas que atizar

donde ya no quedan fuegos.

Ya no es tiempo de empezar

ni siquiera de olvidar.

Cuando el alma se apichona

ya no tiene sanación:

es como un árbol sin hojas

que no protege del sol.


El amor pasó de largo en mi camino

sin el toque del destino,

sin la flecha de Cupido.

No hubo ficha del azar en mi casino.

No hubo ciegos ni perdidos.

No hubo locos ni furtivos.


He aprendido a no añorar

lo que guardo en el trastero.

Viejas cosas de un bazar

que han dejado de brillar.

Quien no ama no traiciona

por lo tanto no hay perdón

ni lamentos ni congojas

ni reproches sin razón.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 14/02/22  00.01

domingo, 13 de febrero de 2022

El amor dura un instante

El amor dura un instante

Canción


Un habano siempre a mano.

Una copa de escocés.

Un libro por lazarillo.

Un bocado, un entremés.

Un ambiente bien templado.

Una mujer a tu lado.

Un hogar ardiendo leña.

Una alfombra y un después.


Una música muy suave.

Un qué vamos ahora a hacer.

Un arribo hacia un destino.

El destino está en su piel.

Un traspaso de fronteras.

Un no quiero no querer.

Un deseo extrovertido.

Una llama que encender.


Todo parece estar dado.

Todo puede acontecer.

Los dos solos en la sala.

Solos somos de temer.

Casi ya que dan las doce.

La noche comienza a arder.

Me aventuro, te desnudas.

Ya me empiezo a relamer.


Las agujas se montaron.

No hay segundos que perder.

El amor dura un instante.

Debemos aprovechar.

Del reloj somos esclavos.

Cenicienta sabes bien

que después de medianoche

no habrá ya nada que hacer.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 13/02/22  18.30

sábado, 12 de febrero de 2022

Mi última vez

Mi última vez

Canción


Los días que me quedan por morir

los vengo acumulando año tras año.

Quiero llegar con resto por si acaso

la muerte me atrapara con engaños.

Las cosas que no hice ya pronto las haré

cuando ya no haya nadie que se pueda interponer.


La vida que me resta por vivir

la vengo descontando de mi muerte.

La cuenta es regresiva, cuesta abajo

más bajos me parecen los peldaños.

Las huellas del pasado sin dudas las veré

allí donde han quedado aguardando otro traspié.


Con prisa y sin premura

ya es tiempo de aprender

que a toda esta locura

ya no le caigo bien.

Bajarme ahora o nunca.

Parar de pronto el tren.

Soltar la ataduras.

Volver sin renacer.


Los días que he dejado transcurrir

los vivo alimentando con regaños.

Me siento prisionero del fracaso

aunque para vivir me las apaño.

Lo malquerido es parte de lo que supe hacer

y nunca ha de ser tarde si lo quiero resolver.


El agua entre los dedos suele huir

dejándote las manos a su suerte.

Un golpe de timón y del carajo

se caigan de una vez los desengaños.

Aligerar la carga, poner proa al revés

y andarme con cuidado ya que es mi última vez.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 11/02/22  18.01

viernes, 11 de febrero de 2022

Chicas malas que hacen bien

Chicas malas que hacen bien

Canción


A las almas descarriadas.

A las que andan sin corsé.

A las gatas sin tejado.

A las damas del burdel.

A las reinas de la noche.

A las fuentes del placer.

A las Venus del planeta.

Afroditas del Edén.


A las diosas libertinas.

A las putas del cuartel.

A las frutas del manzano.

A las minas de algún rey.

Al harén de los gemires.

Al consuelo del estrés.

Al recreo de los curas.

Al mal paso del pastor.


A las que lloran de día.

A las que ríen después.

A las que nunca se quejan.

A las que toman el té.

A las que son arrancadas.

A las que pierden la fe.

A las que piensan en nada.

A las que saben fingir.


A las que parecen malas

pero todo lo hacen bien.

A las que, si se enamoran,

no te van a ser infiel.

A las que venden los polvos

pero al oro no lo ven.

A las que siempre están solas

y a los ojos no se ve.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 11/02/22  16.26

Cuando el zapato te aprieta

Cuando el zapato te aprieta

Canción


Menos mal que no te creo.

Aún peor: ya ni te quiero.

Ya no quedan argumentos.

Hoy ya todo me da igual.

Se acabaron tus encantos.

Se asepiaron los retratos.

Sin espinas ya tu rosa

no me puede lastimar.


De tu arena hoy yo me apeo.

No quiero ser más torero.

Ya mis pases están lentos.

Esa ha sido una señal.

Me lo advirtieron mis santos.

Basta ya de malos tratos.

Que la sal cuando es muy sosa

no sirve ni pa llorar.


Cuando el zapato te aprieta

tú te debes descalzar.

Cuando el corazón se agrieta

lo tendrás que bien cuidar.

Cuando el aire pide alas,

alas nuevas le has de dar.

Al amor, cuando se acaba,

otro amor puede curar.


Ya no aguanto el ajetreo.

Si te veo no me muero.

Ahora soplan otros vientos.

El aire no es tan letal.

Ella tiene veintitantos.

No se anda con recatos.

Además no es espinosa

por donde quieras mirar.


Hace tiempo que no leo.

Me deshice del librero.

Sobre todo de los cuentos.

Los que siempre acaban mal.

No más furias, desencantos.

Largos hiatos, malos ratos.

Ella tiene esa otra cosa

que ahora es fácil de encontrar.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 11/02/22  15.15

Cuatro tiros en cruz

Cuatro tiros en cruz

Canción


Le pusieron cuatro tiros:

todos juntos y a la vez.

Cuatro puntos cardinales

y una cruz bien merecida

de la cabeza a los pies.


Era un tipo muy veleta

de esos de vientos temer.

Un amigo de lo ajeno,

un ladrón de poca monta

condenado a merecer.


Lo encontraron desangrado

después del amanecer

con los brazos extendidos

como si fuera una cruz

con la cabeza hacia el norte

y los pies mirando al sur.


Cuatro casquillos de bala

de calibre treinta y dos.

Cuatro armas diferentes

y un enigma que a la vista

no es fácil de resolver.


Ningún rastro dominante.

Ni una huella de algún pie.

Conjeturas, deducciones.

Mil preguntas sin respuestas.

Nada para esclarecer.


Lo velaron con ausencias:

pocos lo han querido ver.

No era un tipo muy bien visto

ni siquiera a contraluz.

Cuatro velas, poca gente

y un cajón sin una cruz.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 10/02/22  19.06

Me basta

Me basta

Canción


Me basta con que no me digas nada.

Me basta con tus ojos, tu mirada.

Me basta con un beso a flor de labios.

Me basta con que llenes mis vacíos.


Me alcanza con la brasa de tu cuerpo.

Me alcanza con que seas mi anticuerpo.

Me alcanza con la brisa de tu aliento.

Me alcanza con tu risa a contraviento.


Me sobra con tus manos en la espalda.

Me sobra con lo que hay bajo tu falda.

Me sobra con mi piel bajo tus uñas.

Me sobra con que el alma me la bruñas.


Me tienes con los pies en la cabeza.

Me tienes con mi boca en tu cereza.

Me tienes con el cielo entre las manos.

Me tienes con tus ritos más paganos.


Me dueles como nada me ha dolido.

Me dueles como duele el sordo ruido.

Me dueles como el óxido en el hierro.

Me dueles como el frío de algún fierro.


Me matas con la seda de tu cama.

Me matas con tu ardiente oscilograma.

Me matas con el pido y con el quiero

Me matas con gimes cuando muero.


Me incitas con tus valles, con tus grutas.

Me incitas con el dulce de tus frutas.

Me incitas con tu canto de sirenas.

Me incitas con tu aguja entre mis venas.


Me quiebras como nadie me ha quebrado.

Me quiebras como a un tonto enamorado.

Me quiebras como el aire de un conjuro.

Me quiebras como el golpe quiebra al muro.


Me basta con que nunca digas basta.

Me alcanza con ser parte de tu cuerpo.

Me sobra con tu Edén y con tu Infierno.

Me tienes con la reja entre los dedos.

Me dueles como duelen los olvidos.

Me matas con tus graves, tus agudos.

Me incitas con tus no diciendo quiero.

Me quiebras como hambre al pan duro.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 10/02/22  17.38 

Divagues sin papel

Divagues sin papel

Canción


Soy un roto, un descosido y no encuentro a quien querer.

Siempre faltan cinco guitas pal café o un entremés.

Busco el oro encuentro al moro pero este es de no fiar.

Tengo un lunar en el pelo pero ni uno de peinar.


Cazo espíritus malignos por la noche en la ciudad.

Bebo sorbos gota a gota de insaciable realidad.

Ando a ratos como un gato sin tejado que mear.

Medio hastiado, algo relleno, de buscar y no encontrar.


Quiero siempre lo que veo, lo que no puedo adquirir.

A esa chica de ojos verdes yo la haría delinquir.

Me ataría a una botella porque en ella está mi cruz.

Hundiría la cabeza como lo hace el avestruz.


No soporto que me duela en mi cuerpo tu dolor.

Yo reniego ser quien diga que has perdido ya el color.

Me lastima verte triste alunada bajo el sol.

O verter gotas de lluvia al trasluz de algún farol.


Los divagues sin papel tienen ese no sé qué

que los hace parecer a un jinete sin corcel,

a un chiflado un tanto cuerdo, a un buen vino sin beber,

a esos 30 de febrero que nunca vas a encontrar,

a un velorio sin lloronas, un Macondo sin Gabriel

o a un Fernet sin cordobés.


No conozco travesura que no me gustara hacer.

Yo me lanzo a la aventura por si la he de merecer.

Mi destino esta en tu blusa, tu pollera, tu sostén.

Tantas manos no me alcanzan y la mente viene bien.


Siempre sueño sueños buenos pero siempre acaban mal.

Mis pecados según dicen tienen un cariz venial.

Me ilumino de lo oscuro y en lo oscuro hallo el matiz.

Si es que quiero cazar liebres se me cruza una perdiz.


Cuando miro hacia un espejo alguien se burla de mí.

Pero si lo miro fijo me responde yo no fui.

El reflejo doriniano para mí que no es verdad.

Pero tengo un mar de dudas cuando observo su fealdad.


Colorín sin colorado, madera sin aserrín.

Todo cuento mal contado también se merece un fin.

A los árboles desnudos sólo cabe agradecer.

Fueron hojas derrochadas en divagues sin papel.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 10/02/22  15.40

jueves, 10 de febrero de 2022

Monsieur Tendal

Monsieur Tendal

Canción


Era un tipo muy cordial,

simpático y sonriente.

Un imán para captar

los deseos de la mente.

Capaz de hacerte ver

lo que él quería que vieras.

Soberano embaucador

le dirían otras gentes.


Muy hábil para hallar

en tu debilidad

la forma de asestar

su golpe más mortal

que era el de vaciar

con su inmoralidad

lo que llevó su tiempo

que lograras cosechar.


Lo mismo hacerte ver

palacios en la luna,

jinetes en el cielo,

desiertos sin arena,

que un buen atardecer

en medio de un tsunami

o un cuadro de Van Gogh

pintado en la vereda.


Tendal, Monsieur Tendal,

murió a su merecer.

Sin cárceles ni juicios,

sin nadie a quién comprar.

Tirado en un zanjón,

con premeditación,

a manos de, quizás,

la desesperación.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 10/02/22  11.44

Cuero crudo

Cuero crudo

Canción


Me lo quieres hacer fácil y ya sabes: me incomoda.

No me pongas gepeeses que solo llego mejor.

Nunca ordenes mi desorden ni acomodes mis papeles.

Deja las flores marchitas que en un libro yo guardé.


No le pongas frío al hielo ni le sirvas whisky al whisky.

Ni te pongas esa bata a la hora de comer.

No me llames cuando apenas yo no acabo de marcharme.

Ni me digas ya era hora cuando dejo de llegar.


No me pongas mala cara tan sólo por que me excita.

Ni te hagas la princesita del harén de mi desdén.

Cuando veas que estoy triste no me quites la sonrisa.

Y si ves que estoy muy ebrio disfruta de mi embriaguez.


Todo puede ser mejor sin tanto lodo.

Sin restos bajo la alfombra.

Sin cuchillo y tenedor.

Cuero crudo, piel desnuda y a la mesa

sin mantel ni servilleta

y de postre un gran después.


No me cierres ni los libros ni te pongas el vestido.

Dejame que yo los lea que luego te leo a ti.

Descubrí desde hace tiempo que los libros te iluminan.

Y que tu tienes de a pilas para iluminarme a mí.


Haz de cuenta que estás sola aunque yo te este mirando.

Dale espacio a mis corceles para recorrer tu piel.

No digas ni aquies ni adondes ni le enseñes el camino.

Déjalos a ellos que intuyan en donde deben pastar.


Ahora sí puedes hacer lo que tú quieras cuándo y dónde.

Pero no me lo hagas fácil: no lo podré soportar.

Ten presente que soy tuyo pero no más de la cuenta.

Ya verás que acostumbrarte también me acostumbrará.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 09/02/22  21.05

Café y canela

Café y canela

Canción


Te encontré desparramada en una silla

en un bar de poca monta, pacotilla.

Te observé quemando penas y otras cosas

y yo apenas, desalmándome entre copas,

pude acercarme a tu mesa

a invitarte una cerveza.


Todo era un bamboleo sin jaleo,

un Mar Muerto sin bote ni marinero.

Poco ruido y muchas nueces dijo un ebrio

a la vez que alguien perdía el equilibrio

y toda la estantería

del licor se deshacía.


Un revuelo de cristales por el suelo,

una alfombra de on the rocks pero sin hielo.

Mientras tanto allí, impávida y obtusa,

con los ojos en reversa y ya sin blusa

encendiste con tus olas

las luces de las manolas.


Los excesos son malvados pero buenos

si es que a todo desenfreno pones freno.

Algo tiene ese momento de locura

que hasta el cura por los poros la supura

y si cae en tentaciones

pa eso están las oraciones.


Al rayar la luz del día estando en vela,

para poder continuar: café y canela.

Nos marchamos ella y yo, sin titubeos,

sin balcones ni glorietas ni romeros

a un lugar sin más presencia

que nuestra propia indecencia.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 09/02/22  19.06

martes, 8 de febrero de 2022

Genio del licor

Genio del licor

Canción


A mí barca dijo el genio del licor

descorchando una botella de Cutwater

por aquello de que en barco

aunque fuere de papel

luego de beber el ron

embarcar de polizón

y sellar bien el tapón

se lanzará al bravo mar

desafiando temporales

días noches lluvia sol

hacia arenas de otras playas

otro océano otro mar

otra vida u otro amor.


Por supuesto que el ingenio de aquel genio

no era más que mucho ron

algo de imaginación

y una barca con agujeros

que no fue los que selló.


Por la playa lo buscaron con temor

al notar que no se hallaba en el váter

y por más que fuera flaco

por el tubo no se fue

no se percibía el hedor

de algún vómito de alcohol

ni ese claro nubarrón

de lo que suele fumar

castigando a los mortales

que andan a su alrededor

como si fueran pirañas

que lanzan de bar en bar

dentelladas de garrón.


Como siempre la marea con sus misterios

hoy su cuerpo devolvió

sin el mínimo pudor

mucha tela y poco cuero

fue lo poco que quedó.


A mí barca dijo el genio del licor

y en la barca de La Parca se embarcó.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 07/02/22   16.20

lunes, 7 de febrero de 2022

Vino de Jerez

Vino de Jerez

Canción


Le pedí me diera un beso

ella dijo puede ser

si es que antes mojas tus labios

con buen vino de Jerez.

Una chica por lo visto generosa,

no muy fácil de encontrar

ni difícil de perder,

que enredada entre los brazos de mis labios

se embriagó con cada gota

de las que me hizo beber.


Su cabello color ámbar,

una cascada de miel,

finas hebras de topacios

con sutil aroma a nuez.

Una chica a mi saber esplendorosa,

de esas que siempre están guay,

de esas que pueden doler

si te alcanzan los puñales de sus ojos

y de tu vida te bota

sin razón de merecer.


Le pedí me diera un beso

y empezó mi padecer

pues traía los resabios

de una antigua tirantez.

Un amor dejó en su alma un tanto umbrosa

penas que a más de matar

nunca dejan de roer

y fue así que poco a poco sentí un frío

como menta que a mí boca

la empezara a entumecer.


De aquél vino de Jerez

sólo me quedó en la piel

un sorbito de su sed

y un qué fue de lo que fue.

Un amargo sinsabor,

un instante arrobador

y la herida de la espina

que su rosa se llevó.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 07/02/22  14.45

domingo, 6 de febrero de 2022

Damur Tapelli

Damur Tapelli

Canción


Damur Tapelli,

reza el nombre en el cartel

de aquel sirio libanés,

precursor del primer shopping

con sus ramos generales:

almacén y fiambrería

con despacho de bebidas,

barbería, peluquería,

utensilios del hogar,

trajes, prendas de vestir,

herrajes, ferretería,

cueros, monturas y miel.


De todo, como en botica:

yerbas malas, hierbas buenas

y de las otras también.

Perfumes de todas partes:

de la Francia, del Oriente

y si quieres de otra parte

pues, sí pues, los puede hacer

si no requieres de apuro

mientras busco la receta

en mí libro del saber,

que quizás, tal vez mañana,

alguien lo llame Internet.


Damur Tapelli,

de profesión comerciante,

de condición: un tahúr

habilidoso en los juegos

que nunca suele perder

salvo en aquellos que el diablo,

por lo de cola meter,

decide que no han de ser:

como en los de los amores

que comienzan por descarte,

continúan por placer,

pero nunca acaban bien.


Damur Tapelli,

gerenciador, dependiente,

dueño único a la vez;

sin dios que le venga bien

tanto le da alzar sus plegarias

a la Meca o al Edén.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 06/02/22  16.10

Viva la felicidad

Viva la felicidad

Canción


Dando cuenta de un amor poco atrevido,

que es lo mismo que decir sin sexo osado,

hoy recurro a los burdeles mal dotados

con mujeres que sin resultar tan bellas

son muy dadas a cumplir con lo pactado.

En un cuarto muy sencillo y sin espejos

pude hacer lo que allí en casa no podía,

no por nada en especial aunque el bullicio

de los niños simplemente lo impedía.


No es verdad eso de nada como en casa

ya que a veces la cocina se quema con la rutina;

además que repetir el mismo postre

cada noche día tras día

te anquilosa el paladar.

Por lo tanto sólo quedan dos opciones:

almuerzo, merienda, cena y cama adentro

o un conchabo diferente,

por unas horas no más.


Respirar, lo que hace falta es respirar

otro aroma, otro aire, otro lugar.

Conocer por el perfume de otra piel

que otras cosas también pueden suceder.

Mas no hay que engolosinarse por demás:

tanto dulce puede que te haga amargar.

Esas cosas no son fácil de llevar

ya que si uno se las trae

todo puede salir mal.


Y no olvides que eso de sentirse infiel

también tiene su otro par que es la reciprocidad,

pues no vayas a creer, que si a ti te sienta bien,

tal vez a tu otra mitad le pueda caer tan mal.

No tan mal por lo que tú haces sino por lo que ella hará;

tú de noche, ella de día: Viva la felicidad.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 06/02/22  18.31

sábado, 5 de febrero de 2022

Jilgueros de febrero

Jilgueros de febrero

Canción


Sé que tienes

unos ojos traicioneros,

una boca tenebrosa

y en tu cuerpo hay un puñal.

Que a la luz

de tus encantos todo brilla

y en tu piel no hay más que astillas

con poder de lastimar.


Aún así

vivo intentando e inventando

toda suerte de artilugios

pa poderte enamorar.

Sólo de verte

con tu andar desparpajado

se me sube a mi una fiebre

que no puedo controlar.


Tengo una tienda de jilgueros que en febrero

se disparan por mi mente y no dejan de cantar

con sus variados repertorios de gorjeos

que hacen ver que estoy en celo predispuesto ya a pisar.


Vas y vienes,

tu cadencia es como un cielo

donde todo se alborota

solamente con mirar.

En la cruz

de mi calvario tu cuchilla

pone un hueco en mis costillas

que no cesa de sangrar.


Pero ya ves

que ni tan duro ni tan blando

mis apuros son tan obvios

que me niego a no intentar.

Quiero tenerte

pues me tienes tan chalado

que no lograrás me quiebre

aunque me hagas esperar.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 04/02/22  21.08

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