Rey de copas
Canción
Con unas rubias, un cigarro y dando tumbos,
medio ebrio, un tanto cuerdo, me largué de aquel lugar;
tengo por cierto, o es al menos lo que creo,
que esa fue mí última curda del mal trago del amor.
Las que siguieron y aún vendrán no tienen nada de especial
ya que beber no es nada más que combustible para andar;
la vida debe continuar y aún queda mucho por gastar
frente a la barra de un boliche en soledad.
Con la pericia de las copas sin sentido
voy armando mí destino y mi destino es acabar
en los infiernos que te ofrece el desatino
cuando todo lo perdido ya naufraga en otro mar.
Tengo en las copas mí velero personal
y en su velamen mis alas de libertad;
aunque sé bien que una tormenta ocasional
se aproxima raudamente y al final me habré de ahogar.
Con la botella y el estómago vacío
no hago más que castigarme pero al fin que más me da;
si lo que llevo no me lleva a ningún lado
y lo mío es tan pesado que es difícil de cargar.
Porto equipaje que en verdad no cesa nunca de pesar
y esa maleta es en verdad la gran mochila de mi mal;
el viaje es tiempo sin edad pues ya he dejado de contar
que hace mil años que me suele acompañar.
Será con risas como apague mí tristeza
y con vicios mí pobreza que por cierto es tan real
pues soy el rey de mi demonio esclavizado
en un cuerpo maniatado que ni quiere ya escapar.
Letra: Juan Carlos Martínez
R. de Escalada, 12/12/21 12.23
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