domingo, 12 de diciembre de 2021

Con el cuerpo vacío y sin sed

Con el cuerpo vacío y sin sed

Zamba


Se prenuncia en sus ojos de tiempo

tenue lluvia dispuesta a dejar

que aquel sol que brillaba se opaque

por motivos que ella no dirá;

en silencio, sonriendo y mintiendo,

tras su pena se habrá de ocultar.


Le confiesa sus cosas al viento

porque sabe que el viento se irá

con la llave secreta del cofre

que jamás nunca nadie a de hallar;

su destino, burlón y mezquino,

quizás nunca se quiera mostrar.


Sé que llora aguardando la aurora

de otro día distinto de aquel

cuando vio que se iba quedando

con el cuerpo vacío y sin sed;

poco a poco se fue desangrando

de un amor que jamás pudo ser.


Por las noches se escucha un lamento

como un eco que suele viajar

sobre un sueño imposible que aplaque

esa historia que sabe guardar;

en penumbras, desnuda y fingiendo,

tendrá amores que nunca tendrá.


Prisionera se encuentra en un cuento

que ella quiere que fuera verdad

y suspira ante el diablo de azufre

cuando el diablo la incita a pecar;

poco a poco, su audaz inquilino,

va encendiendo un amor espectral.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 12/12/21 18.00

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