martes, 14 de diciembre de 2021

Pavoneando

Pavoneando

Tango


Le apuñaló el corazón con la mirada

y la observó sangrar en llamaradas.

Se le acercó bajito y simplemente

tendió su mano con un gesto un tanto ausente.

La música envolvía su figura

vibrante como una fruta madura

y él la atrincheró en su abrazo,

se aferró a su breve mano

y en un tango la mató.


Pero ella no se dejó morir,

abrió sus alas como si quisiera huir

y luego pavoneando ante sus ojos

lo envolvió tan sutilmente

que el varón se le entregó.


Se imaginó que ella caería en su celada

pero no vio la miel que lo aguardaba.

Después urdió solicito y paciente

la telaraña que gestó su propia suerte.

Su luz se ensombrecía en la penumbra

delante de otra luz que lo deslumbra

y así mandó su as al mazo,

se entregó a su breve mano

y en un tango se domó.


Porque ella no se dejó morir,

abrió sus alas como si quisiera huir

y luego pavoneando ante sus ojos

lo envolvió tan sutilmente

y el varón se doblegó.



Letra: Juan Carlos Martínez

R. de Escalada, 14/12/21 17.33

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