Madera para quemar
Zamba
Cada vez que se enciende tu cuerpo
me pides sea el leño de tu soledad.
Sabes bien que provocas la chispa
que deja cenizas que siempre han de estar
aguardando la brisa salvaje
que avive tus ganas de volver a amar.
El amor, que de alguna manera,
no es más que madera que se ha de quemar,
se alimenta de fuego y por eso
no sales ileso de un amor fatal.
En tus brazos me voy consumiendo
y a veces no entiendo que aroma he de dar.
Cuando el humo que arroja tu hoguera
se eleva hacía el cielo me siento volar.
Luego esperas, tendida en el suelo,
que en tibia llovizna pueda regresar
a nutrirte la piel de placeres
y a ser en tus labios un gemido más.
Vienes, vas, tu vaivén es un rito
que puede conmigo, que me hace vibrar.
En tus ojos se esconde el secreto
que suele a los míos poder cautivar.
Poco a poco, serena y paciente,
te vas adueñando de mi ingenuidad.
Mientras tanto yo espero ese día
que quieras conmigo volver a jugar
a que sólo el amor es madera,
fogón de quimeras que no han de llegar.
En tu mundo soy pura aventura
y ya de tu selva no puedo escapar.
Letra y Música: Juan Carlos Martínez
R. de Escalada, 06/07/21 15.38 20/11/21 17.28
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