La muerte vino a buscarlo
Zamba
La muerte vino a buscarlo
y lo agarró distraído
sonriendo el vino bebido
que lo aferraba al olvido;
la muerte vino a buscarlo
pero él ya se había ido.
El alma de aquel que sufre
carga su llanto en el tiempo
haciendo cierto lo incierto
sobre el aullido del viento;
el alma de aquel que sufre
suele ser más que un lamento.
Así como bebe el río
sorbitos de luna y sol
él se acostumbró a beberse
cristales de decepción;
el vino de sus desgracias
fue al final quien lo salvó.
El filo de otra guadaña
al corazón le hizo daño
tras el disfraz del engaño
se volvió viejo y huraño;
el filo de otra guadaña
tentó su suerte al estaño.
Los que conocen sus penas
saben que es la tristeza
que pesa porque no cesa
de bombardear sus cabezas;
los que conocen sus penas
no suelen salir ilesas.
Letra: Juan Carlos Martínez
R. de Escalada, 20/11/21 20.36
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