Añil y gris
Tango
Azul crepuscular y vos
añil perfecto de esta crisis invernal,
escolta de mi errante deambular
por grises de ciudad tan espectral.
Y en tanto el corazón que suele andar
a rastras de la curda de olvidar
se gasta con la noche en la fatal
tortura de tratarte de arrancar.
Entonces se agazapa para entrar
a darle a la manija del sangrar
en tanto vos quién sabe dónde estás
riendo tras tu máscara de hollín
pues veo que hoy te veo ya tan gris,
acaso tan distante y sin matiz,
colores que en mi cruenta realidad
dibujan un paisaje apasional.
Artífice mortal sos vos
como si nada te pudiera hacer llorar,
espera de mis ocres ya sin sol
marchitos como el eco de tu voz.
Y tengo que arrugarme al soportar
la copa venenosa de tu mal
pues quema en mis entrañas que sin vos
son leñas y cenizas que arden ya.
En tanto mientras pierdo la razón
te vas como aferrando a mi dolor
clavándome tu daga de ruindad
que escarba como un buitre su impiedad
de ver despedazarme sin chistar,
acaso tan ufana y tan feliz,
contenta de saber no ha de quedar
ni un resto de fracasos que olvidar.
Añil y gris.
Perfidia y fin.
Añil y gris.
Morir al fin.
Letra: Juan Carlos Martínez
Buenos Aires, 26/10/09 15.15
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